Jóvenes del reino
María Reyes

En el período 2005-2006 alrededor de 40, 000 jóvenes hispanos fueron parte del primer Encuentro Nacional del Ministerio para Jóvenes y Adultos Jóvenes Hispanos. El proceso, que duró alrededor de dos años, se llevó a cabo localmente a través de 98 diócesis en los EE.UU. e incluyó una serie de encuentros parroquiales, diocesanos y regionales. ¿Qué hicieron los jóvenes y sus dirigentes durante este periodo de tiempo? Según la Red Nacional Católica de Pastoral Hispana – La Red, compartieron sus necesidades, aspiraciones y renovaron su compromiso con la Iglesia.

Luego, en julio del 2006, 120 diócesis, enviaron alrededor de 1,680 delegados a la Universidad de Notre Dame para compartir los resultados en un plano nacional. Era una de las mayores oportunidades ofrecidas a los jóvenes hispanos para analizar la realidad vivida y articular sus contribuciones a la Pastoral Juvenil Hispana y a la misión de la Iglesia. También fue la primera vez que un esfuerzo nacional en nombre de la Pastoral Juvenil Hispana fue patrocinado por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos y otras organizaciones católicas nacionales y regionales. Después de reunirse y analizar los resultados, La Red publicó las conclusiones de las reuniones que condujeron a la elaboración de un plan estratégico de cinco años que tendrá una gran influencia en la Pastoral Juvenil Hispana en las diócesis en los Estados Unidos – incluida nuestra propia Arquidiócesis.

Algunas de las conclusiones de La Red: * Los adolescentes hispanos desean tener una educación académica y religiosa mejor y que el «sueño de la educación católica sea accesible a todos». * Los adolescentes hispanos están buscando una sociedad en la que todos los jóvenes tengan igualdad de oportunidades en la educación y el trabajo. * Ellos buscan una sociedad en la que los inmigrantes «no sean menospreciados y en la que las personas puedan aprender ambos, el inglés y la lengua materna».

* Los adolescentes también están en busca de sacerdotes bilingües y biculturales como

mentores y modelos positivos que puedan servir de orientación sobre las opciones profesionales y que tengan recursos para el ministerio. * Los adolescentes hispanos también esperan por una organización nacional que

ofrezca una visión común y oportunidades para la juventud hispana, y que proporcione recursos e información al día.

* Están buscando nuevas formas de encuentros con Cristo a través de la oración y la

formación para que ellos también puedan tener la confianza necesaria para dirigir. * Los adolescentes también están pidiendo por compañerismo según su crece su autoestima y adquiere seguridad en la articulación de sus necesidades, y según adquieren confianza para profesar sus creencias. Ellos se dirigen a nuestra Iglesia para un compromiso serio con el ministerio y para que la «Iglesia comprenda, acoja y celebre sus logros y reconozca sus tradiciones latinas y sus experiencias religiosas».

* A cambio, los adolescentes hispanos se han comprometido a vivir de acuerdo a las

enseñanzas de Jesucristo y prepararse como líderes y evangelizadores, a través de palabras y acciones. * Ellos juran participar en el proceso de planificación y decisión para los programas e iniciativas dirigidas a la juventud y a crear conciencia sobre cuestiones de justicia social para ellos también ayudar a cambiar las comunidades.

El Encuentro fue el comienzo de una larga jornada para formar una Pastoral de Jóvenes sólida en los Estados Unidos. Los invito a analizar las necesidades, deseos y compromiso de los jóvenes que se han entregado de todo corazón en este proceso. Para obtener información sobre el proceso de Encuentro, las conclusiones de La Red y el plan de cinco años, póngase en contacto con María Reyes, 215-965-4636, en la Oficina para Jóvenes y Adultos Jóvenes de la Arquidiócesis.