Por Arcides De Jesus
Redacción del CS&T

El Día de la Independencia conmemora el nacimiento de los Estados Unidos de América, el cual se celebra en todos los estados y territorios (tales como las Islas Vírgenes, Guam y Puerto Rico) de los Estados Unidos. El 2 de julio del 1776, el Congreso Continental declaro a las colonias americanas libres y estados independientes. Pero no fue hasta el 4 de julio del 1776, que el Congreso adopto la Declaración de la Independencia. Esta fue escrita por Thomas Jefferson en consulta con John Adams, Benjamín Franklin, Roger Sherman y William Livingston.

El Día de la Independencia se celebro por primera vez en Filadelfia el 8 de julio del 1776 y en el 1941, el Congreso lo declaro día feriado federal.

Con el crecimiento y la spanersificación de la sociedad norteamericana, la conmemoración del 4 de julio se ha convertido en una tradición patriótica, en la cual muchos grupos, no solo los partidos políticos, hacen sus reclamos. Uno de estos grupos lo representan hoy en día más de 12.5 millones de inmigrantes hispanos provenientes mayormente de México y América Latina, que vinieron a Estados Unidos buscando mejores oportunidades de vida.

En la misma forma en que miles de inmigrantes provenientes de Europa lo hicieron, estos inmigrantes hispanos dejaron sus países debido a la persecución y a la inestabilidad política, pobreza, falta de trabajo y a la violación de sus derechos humanos.

En la Declaración de la Independencia leemos “Nosotros sostenemos estas verdades que son evidentes en si mismas, de que todos los hombres son creados iguales, que ellos son dotados por el Creador con ciertos derechos inalienables, entre ellos la vida, la libertad y la persecución a la felicidad.”

Estas palabras, escritas hace tres siglos por los fundadores de esta noble nación, aplican hoy y siempre, en el sostenimiento y el desarrollo de nuestra gran sociedad americana. Estas palabras nos configuran y nos definen como nación ante el mundo y ante nosotros mismos. “Todos los hombres” incluye a todos los hombres.

¿Están los inmigrantes hispanos considerados fuera de la filosofía y de los valores que le dan a este país su peculiaridad entre los países del mundo?

Nuestro fuerte sistema democrático tiene el deber inalienable de proteger las sagradas bases que sostienen su estructura. Ningún hombre que vive y trabaja en este bendito suelo debe quedar fuera de la protección de sus derechos según establecido por estas palabras iluminadoras.

Los inmigrantes representan una contribución significativa a la economía de Estados Unidos: participan en su fuerza laboral, pagan impuestos al gobierno e invierten sus ingresos en bienes y servicios. Hoy mas que nunca, necesitamos el compromiso y la lealtad de estos trabajadores fuertes que aman a esta nación. Muchos entregaron sus vidas al servicio de este país como testimonio de lealtad a esta tierra.

Necesitamos una comprensiva reforma inmigratoria que sostenga los derechos inalienables a la vida, la libertad y a la felicidad. Es nuestro deber apoyar todo el esfuerzo de nuestros congresistas hacia esta meta.

Arcides De Jesus es parte del comité de justicia social de la oficina del católicos hispanos de la arquidiócesis de Filadelfia.