De nuestro vicario
Mons. Hugh J. Shields
La otra noche cuando me marchaba de la casa de mi hermana, su esposo Jim comentó lo agradable que fue ver las fotografías de los seminaristas en nuestro Catholic Standard & Times. ¿Pero, él añadió, «dónde están los seminaristas hispanos/latinos?».(No tenemos ningún seminarista de la comunidad hispana del área de Filadelfia estudiando en el Seminario San Carlos Borromeo, para ser ordenado en nuestra Arquidiócesis.)
¡Es una pregunta buena!
Pienso que muchos de nosotros tenemos razones y explicaciones para la pregunta de por qué nadie de nuestra comunidad hispana está estudiando en el seminario. ¡Y yo me atrevería a decir que algunas razones y explicaciones ofrecidas por esta ausencia son claras, concisas y acertadas! Inspaniduos, agentes pastorales, familias, instituciones y comunidades han rezado y han trabajado mucho para aumentar la respuesta de nuestra juventud latina a la llamada del Señor «para venir y servir». Pero la pregunta que Jim hizo y nuestra respuesta actual es crucial para el futuro de la Iglesia en Filadelfia.
No lleva mucho ver muchas de las áreas dónde somos desafiados en cuanto a nuestra juventud latina y su respuesta a la llamada del Señor: el lenguaje; no suficientes hombres y mujeres de la comunidad latina, que sirvan de modelos a imitar en la vida religiosa; el reto de mantener vocaciones religiosas latinas en una cultura de Iglesia europea, en su mayoría; adaptaciones requeridas tanto en el ‘envío’ (familias) así como en la ‘recepción’ (instituciones) que vienen muy despacio; distracciones que halan a nuestra juventud en otras direcciones y los recientes escándalos. La lista de ‘desafíos’ continúa sin cesar.
Y parece no haber una solución fácil. Lo que es importante es que a nosotros -los que oramos por vocaciones, las familias, los agentes pastorales, las instituciones de recepción, la comunidad de fieles en su totalidad-no se nos escape el tiempo crítico en que estamos.
¡Dios está llamando a nuestros hombres y mujeres jóvenes de la comunidad hispana/latina para servir en la vida religiosa! ¿Cómo podemos nosotros (aunque sólo podamos francamente enumerar fracasos en el pasado tanto inspanidual como colectivamente) no prestarle atención a las estadísticas; a los signos de los tiempos; a escuchar la búsqueda de guía de nuestros hombres y mujeres jóvenes hispanos; no saber la importancia de la vida religiosa jurada/ordenada en el contexto total de nuestra Iglesia, y no creer que somos llamados a profundizar nuestros esfuerzos en ayudar a nuestros jóvenes a res-ponder la llamada del Señor?
Dios no sólo está llamando a nuestros jóvenes. Dios nos llama, a nosotros, a descubrir y tomar en serio los obstáculos que existen que no permiten que nuestros jóvenes avancen en confianza y respondan al Señor: «Aquí estoy Señor, vengo para hacer tu voluntad».
Se ha dicho que una persona joven es criada por la tribu (como en ‘no sólo por la familia’). Nosotros, la Iglesia de Filadelfia, somos ‘la tribu’ en este caso de las vocaciones religiosas. ¿Hay algunas cosas que nosotros colectiva e inspanidualmente, podemos hacer, cambiar, implementar, para hacer posible que nuestra juventud escuche mejor la llamada que el Señor está ha-ciendo? Cristo continúa caminando a lo largo de las orillas de Galilea e invitando discípulos ¡Hoy ‘las ori-llas’ son llamadas ‘Filadelfia’!
Mons. Shields es el vicario para Católicos Hispanos de la Arquidiócesis de Filadelfia.
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