De nuestro vicario
Mons. Hugh J. Shields

Sólo un poco menos de dos semanas atrás, un número de hombres de diferentes orígenes, niveles educacionales, lenguages y culturas -la mayoría acompañados por sus esposas-, se reunieron en el Seminario San Carlos Borromeo a decir con su presencia, claramente y con entusiasmo: «Aquí estoy, Señor, vengo para hacer tu voluntad».

Estos hombres son los aspirantes del programa de Diaconado Permanente en la Arquidiócesis de Filadelfia. Ellos comienzan una jornada de muchos años de oración, estudio, reflexión e inmersión en un proceso que los ayudará, a ellos y a la Iglesia de Filadelfia, a discernir si Dios los está llamando a servir como diáconos permanentes ordenados.

A través de los esfuerzos de la Oficina de Diaconado Permanente, junto con muchos de nuestros hispanos diáconos ordenados y sus esposas, sacerdotes, religiosas y fieles, y con la bendición del cardenal Justin Rigali, se ha iniciado un programa en español para el diaconado. El programa en español no significa que los hombres no necesitan el dominio del Inglés, que no tienen que extenderse espiritual, intelectual, culturalmente, etc. Lo que sí significa es que los hombres pueden discernir en el idioma materno el llamado que Dios les hace -el idioma de sus corazones.

Además, el programa en español no significa que, si Dios lo permite, estos aspirantes una vez ordenados, servirán sólo en nuestras iglesias con servicio en español. Su función, en cambio, es ser «puentes», proclamadores de la Palabra de Dios, maestros y servidores, y los obliga a estudiar, aprender y desarrollar habilidades en varios idiomas (y culturas), si realmente van a cumplir el ministerio para el que Dios los llama.

Nuestros candidatos hispanos al Diaconado Permanente, aunque han sido bendecidos con la riqueza de su procedencia latina de la cual surge su vocación, están llamados a servir a las necesidades de toda la Arquidiócesis, según lo determinado por nuestro cardenal y sus sucesores.

Así que, mientras oramos por estos hombres y sus familias, podemos hacer esfuerzos para apoyarlos en este importante proceso de discernimiento.

Que nuestros esfuerzos para acompañar a nuestros candidatos nos permitan crear una atmósfera en nuestros hogares que también permita discernir la llamada de Dios, al sacerdocio o la vida religiosa, a nuestros adolescentes y adultos jóvenes. Que estos, nuestros jóvenes, tan necesitados por toda la Iglesia, encuentren el apoyo y el aliento que merecen.

Estamos llamados a orar por todos los aspirantes al Diaconado Permanente y sus familias. Para esos aspirantes que dicen «gracias» antes de “thank-you”, ¡les prometemos una ‘ración doble’ de oración, apoyo y compañía!

Mons. Hugh Shields es el Vicario para Hispanos Católicos de la Arquidiócesis de Filadelfia.