Por Edilma Franco
Redacción del CS&T
Una madre boliviana que conozco inmigró a los EE.UU. hace nueve años porque la situación en su país y con su familia no era la mejor. Su esposo y ella tomaron, con mucha dificultad, la decisión de venir ya que su hijo tenía solamente 5 años de edad. El esposo llegó un año antes que ella, encontró un trabajo acá y así pudo enviar dinero para que ella viniera a estar con él.
Después de un tiempo -su esposo había enviado más de 8.000 dólares- ella llegó acá, con el sueño de iniciar una nueva vida y de poder sustentar sin problema a su hijo quien se quedó en Bolivia.
Les fue difícil salir adelante. Los dos encontraron trabajo pero después de algunos años se separaron; ella se quedó aquí, sola, con un hijo de 4 años. Esta madre soltera no sabía cuantos recursos existían en este país para ayudarla, y pasó mucho tiempo buscando en vano y tocando puertas que no abrían.
Un día encontró un aviso de un lugar donde podía aprender a trabajar con computadoras y también completar su escuela secundaria. Completó sus cursos y ahora se encuentra feliz y agradecida por estar en este país donde se le brindó la oportunidad de mejorarse y ayudar a sus dos hijos.
Escuchando esta historia vemos cómo las madres inmigrantes encuentran ciertos obstáculos específicos al llegar a este país. Primero, necesitan recursos económicos para salir adelante, y estos, por lo general, escasean. Además, a muchas madres inmigrantes les cuesta comunicarse bien ya que el inglés no es su primera lengua. No conocen o entienden cómo buscar ayuda por esa falta de lenguaje común.
El comité de justicia social, de la Oficina del Vicario para Católicos Hispanos de la arquidiócesis de Filadelfia, está preparando una encuesta -la cual se realizará muy pronto- acerca de los servicios que ya existen en la arquidiócesis para ayudar a los inmigrantes. Así el comité podrá crear una red de comunicación para que las madres inmigrantes se enteren de los recursos y organizaciones de apoyo que existen en su propio vecindario.
Yo los invito a que participemos juntos en esta tarea, y que todos nos familiaricemos con los recursos que mantienen las entidades privadas, públicas y las instituciones religiosas en este país. Unidos podemos convivir y llegar a lograr los sueños que tengamos forjados en nuestras vidas.
Para más información acerca de la encuesta, o el trabajo del comité de justicia social, llame Edilma al: 215-426-9422.
Edilma Franco es miembro del comité de justicia social de la Oficina del Vicario para Católicos Hispanos.
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