Cada abril, nuestra Iglesia local participa en la celebración nacional del Child Abuse Prevention and Awareness Month (Mes para la Prevención y Concientización del Abuso Sexual Infantil). Los católicos en la Arquidiócesis comparten un compromiso continuo para crear entornos en la parroquia y escuela que son seguros y que protegen a nuestros jóvenes de todo daño.
A través de nuestra Oficina para la Protección de Niños y Jóvenes (OCYP, por sus siglas en inglés), la Arquidiócesis una vez más participará en diversas actividades y eventos en nombre de nuestros jóvenes. En preparación, OCYP ha proporcionado ya coordinadores de Medio Ambiente Seguro con información sobre recursos, iniciativas y actividades que demuestran nuestro constante esfuerzo en nombre de las personas jóvenes y su seguridad.
Quiero llamar la atención en particular al Blue Monday (lunes azul), el lunes, 24 de abril, y al Blue Sunday (domingo azul), el domingo 30 de abril. Blue Sunday es un día nacional de oración por los niños maltratados y por quienes cuidan de ellos. Por favor, asegúrense de mantener este tema vital y a todas las víctimas de abuso sexual en sus oraciones en ese día.
En Blue Monday, los católicos podrían unirse a la comunidad en general usando algo azul para demostrar la importancia de las familias y las comunidades de trabajar unidos para prevenir el abuso infantil y crear conciencia sobre los esfuerzos de prevención y educación en contra del abuso.
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Además de las prácticas estrictas de ambiente seguro, la comunidad católica apoya a los sobrevivientes del abuso sexual y a sus familias con la cura y recuperación. Nos damos cuenta y entendemos que la jornada de cada sobreviviente hacia la sanación es un viaje muy personal.
El primer paso es reportar cualquier incidente de abuso o sospechas de abuso a la policía. El segundo es buscar ayuda. Para ayudar, la Arquidiócesis cuenta con profesionales disponibles para escuchar y ha dedicado recursos para cubrir los costos del camino elegido por el sobreviviente, en consejería, tratamiento de la adicción y otros servicios. Los animo a aprender más sobre estos servicios y recursos para sobrevivientes en el sitio web de la Oficina para la Protección de Niños y Jóvenes.
Lamentablemente, abril es también el tiempo en que los dañinos esfuerzos para garantizar el estatuto de limitaciones (SOL, por sus siglas en inglés) retroactivo tienden a aumentar –legislación que prejudicialmente está dirigida a las instituciones religiosas y privadas. La legislación para cambiar el estatuto de limitaciones fue intensamente debatida y aprobada el año pasado por la Cámara de Representantes estatal. La medida retroactiva de dicho proyecto de ley fue eliminada por el Senado estatal después de que se determinó que era inconstitucional.
El proyecto de ley revisado y mejorado por el Senado pasó esta cámara unánimemente. Ese proyecto de ley era uno que podría ser apoyado por la comunidad católica. Pero la Cámara no lo reconsideró y quedó inactivo al final de la sesión legislativa. Lamentablemente, se permitió que fallara una parte buena de la legislación.
La Asamblea General está ahora en una nueva temporada legislativa, y varios nuevos proyectos de ley SOL han sido introducidos y ya se están moviendo. Un proyecto de ley refleja la positiva, esperada medida de protección infantil aprobada por el Senado el año pasado. Este proyecto de ley ya lo aprobó el Senado y actualmente se encuentra en el Cámara para ser considerado de nuevo. Otro proyecto de ley que incluye SOL retroactivo también se ha introducido en la Cámara. Continuaré manteniéndolos informados sobre esos desarrollos.
Como todas las demás instituciones que cuidan a los niños, nuestra Iglesia local ha aprendido lecciones duras sobre el abuso sexual infantil. También hemos hecho grandes progresos en la protección de nuestros niños, familias y la comunidad general de la Iglesia. Nuestro compromiso compartido para evitar que se produzcan abusos dentro de nuestra Iglesia es permanente. Nunca debemos rehuir esas responsabilidades o la oportunidad de ayudar a otros a entender nuestros esfuerzos.
Ese compromiso no es palabras solamente. Desde el año 2002, la Arquidiócesis ha invertido cerca de $ 19 millones en el apoyo a los supervivientes y sus familias, así como programas de capacitación y verificación de antecedentes para evitar que ocurra el abuso en primer lugar -y ninguno de esos fondos tiene nada que ver con litigios civiles.
Estoy profundamente agradecido por la parte que toda nuestra gente juega en nuestros esfuerzos por proteger a nuestros jóvenes. Si tiene alguna pregunta sobre este trabajo vital, por favor comuníquese con Leslie Dávila, directora de la Oficina de Protección de Niños y Jóvenes al 215-965-1743 o ldavila@archphila.org.
Que Dios los bendiga durante estos últimos días de Cuaresma y durante la Pascua.
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