Diciembre es la época del año en la cual muchos miramos a los 11 meses anteriores para determinar qué vale la pena recordar — ¡o quizás lo que queremos olvidar!
Durante esta época aparecen distintas listas de personas y eventos que han tenido gran impacto a lo largo del año. Estas listas están en todas partes: periódicos, revistas y organizaciones. Muchas voces las compilan: periodistas, expertos y grandes personalidades, entre otros.
Algunos catalogan sus listas como “lo mejor”, “lo más influyente” o “lo más célebre”.
No he conocido todavía a una persona con la que hable sobre estas listas y esté de acuerdo con las selecciones. ¿Quién le da a alguien el derecho de declarar a determinada persona o evento como “el mejor”, “el más influyente” o “el más célebre”? ¿Por qué esta persona o evento y no uno diferente?
Si nos preguntaran, con seguridad cada uno de nosotros elaboraríamos una lista distinta para cada categoría que se nos propusiera. Esas listas usualmente reflejan lo que valoramos o lo que nos interesa.
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El hecho de que alguien proponga una lista de “lo más influyente” o “lo más celebre” en un año no significa que todo el mundo debe estar de acuerdo o que tal lista es la última palabra. Esas listas son en realidad oportunidades para aprender algo sobre personas y eventos que pueden ampliar nuestro horizonte.
Como podrá anticipar, compartiré una breve lista, la cual refleja un interés personal en la teología y el liderazgo ministerial en el mundo católico.
Comparto la lista siguiendo el espíritu de esta columna, la cual reflexiona sobre la presencia, interrogantes y contribuciones de la presencia católica hispana que es cada vez más notable en los Estados Unidos — aproximadamente un 43 por ciento de la población católica estadounidense.
En el año 2017 varias mujeres católicas hispanas obtuvieron logros muy importantes en las organizaciones de las que son parte. Si fuese a darle un nombre a mi lista, la llamaría “Pioneras católicas hispanas en el año 2017”.
Comienzo con la hermana Teresa Maya, miembro de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado, quien asumió la presidencia de la Conferencia de Liderazgo de Religiosas de los Estados Unidos. Ella es la segunda religiosa hispana en servir en tal capacidad.
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El porcentaje de religiosas hispanas en los Estados Unidos es pequeño — menos del 5 por ciento. Sin embargo, entre las generaciones más jóvenes, las religiosas hispanas están mejor representadas (cerca del 20 por ciento).
A medida que la población hispana católica aumenta, existe la gran esperanza de que más mujeres hispanas discernirán la vida religiosa en un futuro no muy lejano. La hermana Teresa Maya encarna ese futuro.
La siguiente pionera en mi lista es María Pilar Aquino, profesora de teología y estudios religiosos en la Universidad de San Diego. Este año, Aquino fue elegida como vicepresidenta de la Sociedad Teológica Católica de los Estados Unidos. Ella es la primera mujer hispana sirviendo en esta posición.
El próximo año será la presidenta-electa y luego la presidenta de la sociedad teológica profesional más grande del mundo.
Aquino ha sido pionera en muchas áreas a lo largo de una carrera exitosa. Su dedicación a afirmar las voces y las experiencias de las mujeres tanto hispanas estadounidenses como latinoamericanas ha recibido gran reconocimiento nacional e internacionalmente.
Ella sigue siendo un gran ejemplo para la nueva generación de teólogos católicos hispanos estadounidenses, entre los cuales las mujeres ejercen un liderazgo muy importante.
Esto me lleva a la tercera entrada en mi lista de pioneras. Esta vez es un grupo de cinco teólogas hispanas: Nancy Pineda-Madrid, Elsie Miranda, María Teresa Dávila, Jacqueline Hidalgo y Neomi DeAnda.
Por primera vez en la historia de la Academia de Teólogos Católicos Hispanos en los Estados Unidos, la cual es la tercera asociación de teólogos católicos más grande en Norteamérica, cinco mujeres habrán servido como presidentes de manera consecutiva. Hidalgo y DeAnda asumirán la presidencia en el trascurso de los próximos dos años.
Este año 2017 fue una oportunidad única para reconocer la labor de estas pioneras católicas hispanas. Ellas representan un giro importante en el campo de la teología católica y el liderazgo ministerial católico en los Estados Unidos. Éste es un giro que vale la pena recordar en una iglesia cada vez más hispana.
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Ospino es profesor de teología y educación religiosa en Boston College. Es miembro del equipo de liderazgo del Quinto Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina.
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