Cardinal Lorenzo Baldisseri, el secretaria general del Sínodo de los obispos, mostra “Christus Vivit” (“Cristo vive”), las reflexiones del papa sobre el Sínodo de los obispos sobre los jóvenes, durante una conferencia de prensa en el Vaticano, el 2 de abril, 2019. (CNS photo/CNS photo/Paul Haring)

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — La vida de un joven y la vocación a la que Dios llama a cada uno es “tierra sagrada” que pastores y padres deben respetar, nutrir y animar, escribió el papa Francisco en una nueva exhortación apostólica.

“Christus Vivit” (“Cristo vive”), las reflexiones del papa sobre el Sínodo de los obispos sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional constituye una combinación de carta a los jóvenes sobre su lugar en la Iglesia, y una súplica a los miembros mayores de la iglesia para que no apaguen el entusiasmo de los jóvenes, sino que ofrezcan una suave guía cuando sea necesario.

En el documento, lanzado el 2 de abril, el papa Francisco habló sobre cómo la crisis del abuso sexual, una historia de sexismo y un enfoque excesivamente estrecho en unos cuantos temas morales pueden mantener a los jóvenes alejados de la iglesia. Pero también dijo que muchos jóvenes quieren conocer y comprender las enseñanzas de la iglesia y que, a pesar de lo que piensan muchas personas, anhelan y necesitan momentos de reflexión en silencio y oportunidades para servir a sus comunidades.

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“Una iglesia que siempre está a la defensiva, que pierde su humildad y que deja de escuchar a los demás, que no deja espacio para el cuestionamiento, pierde a su juventud y se convierte en un museo”, escribió el papa Francisco. “¿Cómo podrá entonces responder a los sueños de los jóvenes?”

Los jóvenes tienen un deseo connatural de mejorar la vida de la iglesia y del mundo que los rodea, dijo el papa. Si los adultos en la iglesia dejan que los jóvenes lo intenten, mantendrán a la iglesia joven también.

“Pidamos al Señor que libre a la iglesia de quienes la quisieran envejecer, encasillarla en el pasado, o mantenerla detenida”, escribió el papa Francisco. “Pero pidámosle también que la libre de otra tentación: la de pensar que es joven porque acepta todo lo que el mundo le ofrece, de pensar que está renovada porque deja de lado su mensaje y actúa como los demás”.

El núcleo del mensaje del papa a los jóvenes es que recuerden que son amados de Dios y salvados por Jesús, quien sigue viviendo y obrando en el mundo y en sus vidas.

“Su amor es tan real, tan verdadero, tan concreto, que nos invita a una relación de apertura y de diálogo fructífero”, incluso cuando uno se siente enojado con Dios, dijo el papa. “Él no se enoja si compartes tus preguntas con él. A él le preocupa cuando no le hablas, cuando no estás en diálogo abierto con él”.

Citando los documentos finales del sínodo y de una reunión pre-sinodal con jóvenes en Roma, el papa Francisco exhortó a las parroquias y a las diócesis a repensar sus programas de jóvenes y jóvenes adultos y a hacer cambios basados en lo que los propios jóvenes dicen que quieren y necesitan.

“Los jóvenes anhelan que se les acerquen con la gramática del amor, no con prédicas”, dijo. “El lenguaje que comprenden los jóvenes es el que hablan quienes irradian vida, quienes están ahí para ellos y con ellos. Y quienes, con todas sus limitaciones y debilidades, tratan de vivir su fe con integridad”.

Dirigiéndose directamente a los jóvenes, dijo, “Corran riesgos, incluso si eso significa que cometan errores. No vayan por la vida anestesiados, ni contemplen el mundo como turistas. ¡Hagan lío!”