El papa Francisco saluda a los presentes en una audiencia con estudiantes y empleados del Liceo-Gimnasio Ennio Quirino Visconti, una escuela de Roma, el 13 de abril del 2019 en el Vaticano. El papa alentó a los estudiantes de secundaria a que salgan de la adicción al teléfono y pasen más tiempo en comunicaciones reales y momentos de reflexión personal. (Foto CNS-Vatican Media)

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El papa Francisco les dijo a estudiantes de escuela secundaria que acaben con su adicción al teléfono y pasen más tiempo en comunicaciones reales con los demás y en momentos de tranquila reflexión individual.

La gente joven necesita aprender sobre “la introspección saludable” de modo que puedan escuchar su consciencia y sean capaces de distinguirla “de las voces de egoísmo y hedonismo”, dijo.

El papa pronunció estas palabras el 13 de abril durante una audiencia con maestros, estudiantes y familiares del más antiguo liceo clásico de Roma — el Liceo-Gimnasio Ennio Quirino Visconti. Entre algunos notables egresados está Eugenio Pacelli, quien sería más tarde el papa Pío XII, y el sacerdote jesuita Matteo Ricci.

El papa les dijo a los estudiantes de la escuela secundaria: “¡Por favor, libérense de su adicción al teléfono!”.

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Mirando a los presentes que aplaudían, el pontífice les dijo que sabía que estaban conscientes de las muchas formas y problemas de adicción. Pero, les advirtió que una adicción al teléfono celular de uno era algo “muy delicado”.

“Los teléfonos celulares son de gran ayuda, representan un gran progreso. Deben ser usados, y es maravilloso que todos sepan cómo usarlos”, para “la maravillosa” actividad de la comunicación — dijo.

“Pero cuando te conviertes en un esclavo de tu teléfono, tú pierdes tu libertad”, agregó.

“Tengan cuidado porque existe peligro con esta droga — cuando el teléfono es una droga — peligro de que la comunicación sea reducida a simples contactos” y no haya una verdadera comunicación con los demás — subrayó mientras aumentaban los aplausos.

Les afirmó que no tengan miedo al silencio y aprendan a escuchar o escribir lo que está pasando en su corazón y su mente.

El papa también les dijo a los adolescentes que Dios le dio a cada persona la habilidad de amar.

“No la ensucien” con un comportamiento vergonzoso, más bien, amen “limpiamente” con modestia, fidelidad, respeto y un enorme corazón generoso.

“El amor no es un juego. El amor es la cosa más hermosa que Dios nos ha dado”, les dijo alentándolos a que estén vigilantes, protejan la dignidad de las personas y defiendan “el amor auténtico, de modo que no trivialicen el lenguaje corporal”.

Les pidió que ayuden a su escuela a mantenerse libre de todas las formas de acoso y agresión escolar, las cuales catalogó como “semillas de guerra”.

Además, les alentó a rechazar la mediocridad y la indiferencia, y por el contrario, a que “sueñen en grande”, vivan con pasión y acepten la diversidad.