Un día como hoy, 24 de febrero, San Francisco de Asís tomó la decisión de llevar una vida de pobreza, que con el tiempo devendría en la fundación de las Órdenes franciscanas.
Era el año 1208 y, según recuerda la Curia General de la Orden de Frailes Menores Capuchinos, San Francisco, durante una Misa en la hoy Basílica de Santa María de los Ángeles en Asís (Italia), “escuchó las palabras del Evangelio sobre el envío de los apóstoles y las tomó como un mensaje enviado personalmente para él”.
Se trataba del capítulo 10 del Evangelio de Mateo, en el que el Señor envía a sus apóstoles y los instruye a no llevar “oro, ni plata, ni dinero en sus bolsas, ni alforja para el camino ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón”.
De acuerdo al sitio web franciscano, San Francisco comenzó así “una vida de pobreza extrema, dedicada a los anuncios itinerantes del Evangelio, especialmente el llamado a la penitencia”.
“Él vivió de lo que le ofrecían los habitantes de Asís, a los que comenzó a pedir yendo de puerta en puerta”.
Giovanni Bernardone, nombre de nacimiento de San Francisco, ya había iniciado su conversión pocos años antes.
“Él no tenía la intención de fundar alguna nueva estructura en la Iglesia y no buscaba seguidores o compañeros. Sin embargo, después de algunos meses, ellos comenzaron a llegar a él”, explica el sitio web franciscano.
San Francisco falleció el 3 de octubre de 1226. Dos años después, el Papa Gregorio IX lo proclamó santo.
En el encuentro que tuvo el Papa Francisco con los representantes de los medios de comunicación, el sábado 16 de marzo de 2013, compartió el motivo por el cual había decidido tomar el nombre de Francisco.
“El nombre ha entrado en mi corazón: Francisco de Asís. Para mí es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la creación”, indicó, explicando luego que esas reflexiones le brotaron cuando el Cardenal brasileño Claudio Hummes le dijo durante las votaciones en el Cónclave: “No te olvides de los pobres”.
El Santo Padre agregó que San Francisco de Asís “es el hombre que nos da este espíritu de paz, el hombre pobre… ¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!”.
Como San Francisco de Asís, dejémonos transformar por el amor de Cristo para vivir con pobreza y alegría.
Como San Francisco de Asís, dejémonos transformar por el amor de Cristo para vivir con pobreza y alegría.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) October 4, 2017
En 2021, el Papa Francisco propuso al santo como modelo de pobreza.
San Francisco de Asís, “movido por el espíritu de pobreza, advierte en el sufrimiento del leproso que la verdadera riqueza y la alegría no son las cosas, el tener, el paradigma mundano, sino el amor a Cristo y el servicio solidario a los demás. En un sentido plenamente serio y entusiasta —afirma Chesterton— San Francisco podía decir: Bienaventurado quien nada tiene ni espera porque poseerá todo y de todo disfrutará”, añadió.
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