El Padre Carlos Ravert

Pax et Bonum+ Paz y Todo lo Bueno

La situación en Nicaragua se vuelve cada día más volátil para la Iglesia Católica y su pueblo. El gobierno del presidente Daniel Ortega ha paralizado la infraestructura eclesiástica y sigue encontrando nuevas formas de perseguir a nuestros hermanos y hermanas nicaragüenses. Cada semana salen nuevas historias de Nicaragua sobre la persecución.

Los ataques del gobierno de Ortega contra la fe católica son parte de su continua consolidación del poder político, anulando efectivamente la democracia de ese país. Este camino hacia la dictadura está sumergiendo a Nicaragua, a su pueblo y a la Iglesia en una época oscura que tendrá consecuencias duraderas. Ortega y sus matones políticos son otro capítulo más en los intentos durante décadas de parte de gobiernos en américa latina de aplastar la presencia de Jesucristo y su Iglesia. Juárez y Calles en México en las décadas de 1850 y 1920, la violencia en Colombia en las décadas de 1940 y 1950, causaron la muerte de muchos sacerdotes, monjas y fieles. El gobierno militar del Salvador juzgó un papel similar en las décadas de 1970 y 1980 mientras que Castro y su régimen realizó esto en Cuba durante la última parte del siglo XX. Ahora lo está intentando Ortega.

Él está tratando de destruir al pueblo de Nicaragua y la Iglesia Católica para consolidar su poder en una dictadura absoluta. El clero es encarcelado y deportado. Las escuelas y universidades católicas se ven obligadas a cerrar sus puertas. Sus enemigos políticos son despojados de la ciudadanía y exiliados. Los fieles católicos tienen prohibido llevar fe a las calles. Estas persecuciones son horribles y el sufrimiento que causan es inmenso.

Pero quiero llamar su atención sobre la luz y la esperanza, la luz de Jesucristo. Incluso en este tiempo oscuro para Nicaragua y nuestros hermanos y hermanas en este país y aquellos que aún tienen familia allá, nuestra esperanza y fe esta puesta en el Señor.

Entonces, quiero hacerles estas preguntas. ¿Dónde están Juárez y Calles? ¿Dónde están los delincuentes que atacaron a la Iglesia en Colombia? ¿Dónde están los asesinos que mataron a San Oscar Romero en El Salvador? ¿Dónde está el legado de Castro contra la Iglesia? Todos se han ido. La Iglesia Católica sigue en pie, fuerte en los corazones de los creyentes.

Mientras Ortega intenta hoy destruir al pueblo y la Iglesia, la historia lo recordará como otro más que intentó deshacerse de la Iglesia y que fracasó. Recordemos la promesa de Nuestro Señor Jesús a Pedro y a nosotros acerca de su Iglesia cuando dijo, «Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.» (Mateo 16:18)

Muchos se han opuesto a la Iglesia Santa de Dios, desde los emperadores de Roma hasta hoy. Aun así, nuestra Iglesia, la Iglesia del Señor, se mantiene firme con fe, esperanza y amor.

¡Mantengamos la fe, aferrados a la esperanza naciente de Jesucristo y recordando amar a nuestros enemigos! Nuestros hermanos y hermanas en Nicaragua necesitan nuestra ayuda y oraciones durante este tiempo oscuro.

Algún día Ortega y su gobierno se irán, pero la Iglesia una, santa, católica y apostólica, con la gracia de Dios, permanecerá para siempre en Nicaragua y alrededor del mundo.

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El Padre Carlos Ravert es párroco de la Iglesia San Ambrosio en Filadelfia.