
Archbishop Nelson J. Pérez
El Arzobispo Nelson J. Pérez emitió la siguiente declaración el 21 de abril con respecto al fallecimiento del papa Francisco.
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Junto con el pueblo de la Iglesia de Filadelfia y la Iglesia universal entera, me ha entristecido profundamente enterarme del fallecimiento del papa Francisco.
En medio de esta gran tristeza, también reflexionamos sobre los dones de la vida y el ministerio del Santo Padre con profunda gratitud. Sirvió incansablemente a la Iglesia durante 56 años con gran fidelidad y celo. Como sacerdote jesuita, profesor universitario, superior provincial local, arzobispo de Buenos Aires, miembro del Colegio de Cardenales y sumo pontífice
que exhibió una dedicación desinteresada en nombre de las almas confiadas a su cuidado.
Un hombre de oración e intelecto con una fuerte devoción a la Santísima Madre, el papa Francisco confió a los fieles a la misericordia del Dios Todopoderoso; alentó a todos a ser un instrumento del amor compasivo de Cristo al extender una mano amable y misericordiosa a los marginados y los más necesitados.
Él desafió a la Iglesia católica en todo el mundo a responder a tiempos cada vez más turbulentos a través de un verdadero encuentro cristiano con el espíritu del discipulado misionero. Como un proponente del proceso sinodal, el papa Francisco instó a todos los católicos a caminar unos con otros en su jornada de fe con mentes y corazones abiertos al movimiento del Espíritu Santo. Su rico legado pastoral es una bendición que deja una huella indeleble y profundamente positiva en la vida de la Iglesia en todo el mundo.
El papa Francisco siempre ocupará un lugar especial en el corazón de la región de Filadelfia. Su visita a nuestra ciudad hace casi una década para la Encuentro Mundial de Familias: Filadelfia 2015 nos trajo alegría inconmensurable; ese momento en el tiempo continúa siendo un don preciado e inolvidable.
Desde sus muchas visitas apostólicas en todo el mundo para estar entre su rebaño, a sus enseñanzas inspiradoras, hasta su consistente llamado a la paz y la justicia social, el papa Francisco invitó a todas las personas a encontrarse completamente con la persona de Jesucristo y a servir a sus hermanos y hermanas con amor y humildad como instrumentos de gracia. La vida y el ministerio petrino del papa Francisco han sido una verdadera bendición para el mundo. Que su ejemplo nos lleve a abrazar el plan de Dios para que cada uno de nosotros sirva a la Iglesia de Cristo en la tierra como discípulos misioneros.
Pido a la gente de la Arquidiócesis de Filadelfia que se una a mí para ofrecer oraciones por el feliz descanso del alma del papa Francisco. Que Dios le otorgue el don de la vida eterna y traiga consuelo a una Iglesia de luto.
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