Archbishop Charles Chaput, O.F.M. Cap.

La Enmienda 8 al Artículo 40 de la Constitución de Irlanda dice lo siguiente:

El Estado reconoce el derecho a la vida del nonato y, teniendo debidamente en cuenta el derecho a la vida de la madre, garantiza con sus leyes respetarlo y, dentro de lo posible, con sus leyes defender y vindicar ese derecho.

Aprobado por más de dos tercios de los votantes irlandeses en un referéndum de septiembre de 1983, impide el aborto excepto en casos donde la vida de la madre está en riesgo. Fue y sigue siendo, un único rechazo de la política social «progresista» tal como la definieron los líderes de la Unión Europea.

Desde el principio, la Enmienda 8 ha sido el blanco de activistas por el derecho al aborto tanto en Irlanda como en el extranjero porque reconoce explícitamente la humanidad del niño nonato. En otras palabras, para legitimar el aborto, la ley primero debe deshumanizar al niño que se está desarrollando en el útero. La única forma de vender este tipo de homicidio legalizado al público irlandés ha sido controlar y deformar el lenguaje del debate. Por lo tanto, las organizaciones provida han enfrentado una batalla cuesta arriba durante años en la defensa de la Enmienda 8 en un entorno de medios de comunicación engañoso y muy sesgado.

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El 25 de mayo, se celebrará un referéndum nacional determinar si se deroga la enmienda 8 o no. Los grupos provida irlandeses han estado yendo de puerta en puerta en Irlanda durante meses instando a los ciudadanos a optar por la vida votando «no» en el esfuerzo de derogación. Una entrevista con el portavoz irlandés provida Cora Sherlock por el teólogo Charles Camosy, de Fordham, el pasado mes de noviembre da un esquema básico de la lucha política de la Enmienda 8. Puede encontrar información adicional en los sitios provida Prolife Campaign Ireland y Love Both Project.

Pero, ¿por qué este asunto debe importarle a una audiencia estadounidense? La respuesta a esa pregunta viene en un correo electrónico que recibí de un matrimonio con hijos a principios de esta semana. He quitado los nombres para respetar su privacidad, pero el mensaje no ha cambiado:

Estimado arzobispo Chaput:

Por favor acepte esta nota como un llamamiento a la oración contra la inminente votación para legalizar el aborto en Irlanda.

Cuarenta millones de estadounidenses afirman tener ascendencia irlandesa. Irlanda extendió la fe ampliamente en América con los inmigrantes católicos; durante generaciones, monjas y sacerdotes misioneros irlandeses han cultivado la fe católica en Estados Unidos. ¿Cómo le estamos pagando a Irlanda? Hoy, América está respaldando la derogación de la Enmienda 8 de Irlanda a través del apoyo de donantes ricos y grupos de aborto de Estados Unidos.

Ver https://repeal.blog/.

Se avecina la fecha: Irlanda votará el 25 de mayo. Durante 1500 años, desde que san Patricio trajo la fe a Irlanda, su gente ha defendido la santidad de la vida humana; Irlanda es el único de los principales países europeo que todavía prohíbe el aborto.

El obispo Kevin Doran de [la diócesis de Elphin] Irlanda declaró que, «estoy convencido de que cedemos terreno sobre el aborto, los mismos argumentos que ahora se utilizan para justificar el aborto se utilizarán para justificar acabar con la vida de las personas mayores y personas con discapacidad. Ésta es la última frontera; si la cruzan, no habrá manera fácil de regresar». Lifehouse Irlanda informó, «esto podría ser el Roe vs Wade. de Irlanda ¿Dónde está la indignación en los medios de comunicación irlandeses y estadounidenses? En ninguna parte puede ser encontrada».

Que san Patricio, santa Brígida y todos los santos irlandeses, protejan a Irlanda de la cultura de la muerte.

Atentamente,

[Retenidos los nombres]

En su gran encíclica Populorum Progressio (sobre la necesidad de promover el desarrollo de los pueblos) del 1967, el beato Pablo VI nos recuerda que un verdadero progreso no puede tener lugar sin respetar la dimensión espiritual y la dignidad dada por Dios a la persona humana. Al matar a un niño por nacer, el aborto viola la dignidad humana de una manera únicamente obscena e íntima. Irlanda siempre ha tenido sabiduría para rechazar el tipo de «progreso» social que depende del derramamiento de sangre inocente y la destrucción de nueva vida; ahora la conciencia de la nación está en juego. Hoy en día, los esfuerzos provida en Irlanda necesitan urgentemente nuestro apoyo.

Esta semana y a lo largo de los próximos días, pido a nuestro clero y laicos en la Arquidiócesis de Filadelfia –muchos de ellos descendientes de inmigrantes irlandeses de la ciudad– orar por Irlanda y especialmente para la defensa de la Enmienda 8.