WASHINGTON (CNS) — Uno de los fundadores de la teología de la liberación en América Latina dijo que apoya el esfuerzo para declarar a san Óscar Romero doctor de la Iglesia Católica.
Durante un evento transmitido en vivo por internet el 18 de marzo celebrando al santo salvadoreño quien fue canonizado en octubre, el padre dominico Gustavo Gutiérrez, considerado por muchos como padre de la teología de la liberación, dijo que pensaba que la idea de nombrar a san Romero doctor de la Iglesia era “una cosa muy excelente”.
Mientras que algunas personas valoran los escritos o el expediente académico de una persona, cuando se trata de declarar a un santo doctor de la iglesia, “el amor a otra persona vale más que todas las teologías”, dijo el padre Gutiérrez, recordando algo que había leído de otro teólogo. Gutiérrez participó por internet durnate los “Días de Romero”, un evento de la Universidad de Notre Dame.
Los santos que son declarados doctores de la iglesia son doctores en el sentido académico, un catedrático, dijo el padre Larry Rice, explicando el término en 2015 en la página web de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.
“A través de su investigación, estudio y escritos, han hecho progresar el conocimiento de la iglesia sobre nuestra fe. Ser declarado doctor de la iglesia no implica que todos sus escritos estén libres de errores, sino más bien que el conjunto de su obra, tomado en su totalidad, sirve para hacer avanzar la causa de Cristo y de su iglesia”, escribió.
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San Romero fue un escritor prolífico y se puede aprender mucho de sus obras, dijo el padre Gutiérrez, que dijo haber conocido al santo salvadoreño al principio de los años 70. Pero sobre lo que muchos afirman acerca de san Romero como seguidor de la teología de la liberación y su aceptación de “la opción preferencial por los pobres”, no hay mucho que apoye esa teoría, dijo el padre Gutiérrez.
“No podemos decir eso”, dijo, porque san Romero estaba yendo por un camino distinto y ya se había encontrado con el mundo de la pobreza en la parte occidental de El Salvador para 1970, cuando servía allí. El libro del padre Gutiérrez que abrió interés en la teología de la liberación no se publicó hasta 1971. Para entonces, san Romero ya estaba haciendo “avances” propios, motivado por la pobreza que había visto entre su pueblo, dijo el padre Gutiérrez.
Poco antes de la beatificación de san Romero en mayo de 2015, el padre chileno Pablo Richard Guzmán, un muy conocido teólogo de la liberación en América Latina, le dijo a Catholic News Service que, aunque el arzobispo salvadoreño Romero no era seguidor de la teología de la liberación, “nos influenció”.
Mientras que muchos pueden haber oído de la teología de la liberación, san Romero estaba pasando “un proceso”, no la conversión de la que tantos hablan, cree el padre Gutiérrez.
“Se ha dicho mucho sobre la conversión de Romero y la gente tiene derecho a decir lo que piensa”, dijo el padre Gutiérrez. “Pero yo quiero decir que no estoy de acuerdo”.
Más que una “conversión”, el padre Gutiérrez cree que el “proceso” de san Romero fue algo iluminado por las injusticias que presenció. Y entonces, tuvo la humildad de decir: “Tengo que aprender”, dijo el padre Gutiérrez.
Parecía mostrar un poco de “desconfió” hacia ciertos movimientos dentro de la iglesia en América Latina, dijo el padre Gutiérrez, pero siempre estaba dispuesto a tener la mente abierta.
Dijo que más tarde en su vida, leyó las notas del santo sobre su encuentro con él. San Romero escribió: “El padre Gustavo era distinto de lo que me habían dicho”.
Su canonización décadas más tarde no fue una sorpresa, dijo el padre Gutiérrez.
“Fue un gran gusto, pero, como muchos, yo estaba seguro de que eso iba a venir”, dijo.
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