La policía antidisturbios colombiana bloquea el camino hacia el lado colombiano en la frontera entre Colombia y Venezuela en Cúcuta el 2 de abril de 2019. El obispo Joe S. Vásquez, de Austin, Texas, presidente del Comité de Migraciones de los Obispos de Estados Unidos, y Sean Callahan, presidente y director ejecutivo de Catholic Relief Services, han pedido al gobierno de los Estados Unidos que designe el estatus de protección temporal para Venezuela. (Foto CNS-Ferley Ospina, Reuters)

Nota del editor: La Secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen renunció a su posición el 7 de abril.

WASHINGTON (CNS) — Por los problemas políticos, la violencia y escasez en Venezuela que están causando que millones de ciudadanos que abandonen su país, el gobierno estadounidense debe asignar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para ese país, dijeron representantes católicos de EE.UU.

El presidente del comité de inmigración de los obispos de Estados Unidos y el líder de Catholic Relief Services (CRS) pidieron que esta asignación se otorgue por 18 meses en una carta a la Secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen y al Secretario de Estado Michael Pompeo.

Una copia de la carta fue difundida el 4 de abril por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).

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“Actualmente no se le ha asignado el (estatus) TPS a Venezuela. Sin embargo, las condiciones en el país y la actual inestabilidad política han creado una situación en la cual los venezolanos no pueden retornar a su país natal de manera segura en este momento”, escribió el obispo Joe S. Vásquez de Austin, Texas, presidente del comité de inmigración de USCCB, y Sean Callahan, presidente de CRS, la cual es la agencia para ayuda y desarrollo internacional de los obispos de Estados Unidos.

TPS es un estatus de inmigración temporal, renovable y oficialmente autorizado que permite que los individuos permanezcan y trabajen legalmente en los EEUU durante un periodo, el cual se considera inseguro como para que los ciudadanos regresen a su país de origen.

El obispo Vásquez y Callahan mencionaron informes de la comisión de justicia y paz de la conferencia de obispos venezolanos, que detallan “numerosas violaciones a los derechos humanos fundamentales cometidas por la policía de ese país y violaciones de acceso de la ciudadanía a medicinas y servicios de salud”.

“Como ustedes bien saben, si bien la estabilidad en Venezuela ha estado frágil desde 2015, continúa deteriorándose a un índice alarmante”, dijeron, señalando incluso la propia advertencia de “no viajar” del Departamento de Estado emitida el 12 de marzo del 2019.

Afirmaron que este aviso de seguridad fue emitido al día después que el Departamento de Estado “anunció que iba a suspender temporalmente las operaciones en la Embajada de Estados Unidos en Caracas y retirar el personal diplomático del país”.

Además de las manifestaciones políticas violentas y la escasez de servicios básicos — alimentos, agua, electricidad y cuidado médico — “el país está afectado por altos índices de crimen violento, como homicidios, robos armados y secuestros”, dijeron el obispo Vásquez y Callahan. “Estas condiciones bien documentadas también han sido vistas de primera mano por nuestros afiliados católicos en el lugar”.

“En este momento, es importante que los venezolanos en los Estados Unidos tengan una oportunidad de vivir con dignidad, trabajar legalmente y brindarles bienestar a sus familias hasta que puedan regresar a sus casas de manera segura”, dijeron.

“Nuestra nación tiene la capacidad jurídica, así como la responsabilidad moral, de brindarles protección temporal a los venezolanos en Estados Unidos”.