Me duele profundamente el corazón al ver el camino de destrucción del huracán Helene en el sur de Estados Unidos, que se extiende desde Florida hasta los Apalaches. Muchas vidas preciosas han sido truncadas; muchos hogares, negocios y comunidades han sido totalmente destruidos.
Animo a todos a ser un faro de esperanza para aquellos que han quedado en pie tras esta devastación por medio de la oración frecuente y el apoyo generoso a los esfuerzos de ayuda que se están llevando a cabo. Catholic Charities USA está coordinando la respuesta temporal y las agencias locales de Catholic Charities están proporcionando asistencia vital. Averigüe cómo contribuir al esfuerzo aquí. La labor de recuperación será de escala monumental y va a llevar mucho tiempo. Seamos las manos de Cristo para nuestros hermanos y hermanas que sufren ahora y en los meses venideros.
En nombre del pueblo de nuestra Iglesia local, oro para que Dios traiga consuelo a los que están de luto, proteja a los socorristas, a los equipos de reparación que trabajan en el terreno y derrame Su misericordia sobre todos los afectados por este desastre natural.”
Reverendísimo Nelson J. Pérez, D.D.
Arzobispo de Filadelfia
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