Por John Knebels
Redacción del CS&T
A las 9 a.m. el 25 de julio, aproximadamente 100 jóvenes de edades que variaban de 16 a 30 años, representando siete parroquias, asistieron a la misa en la iglesia Nuestra Señora de Fátima en Bensalem, Condado Bucks, antes de participar en un torneo de fútbol patrocinado por el Ministerio Hispano de la Arquidiócesis, de la Oficina de Jóvenes y Adultos Jóvenes (OYYA por sus siglas en inglés).
A las 4 p.m., cansados después de haber competido en numerosos juegos de fútbol, todos ellos regresaron a la vida normal.
«Pero durante esas siete horas -dijo María Reyes- casi todos ellos desarrollaron una camaradería inmediata, y definitivamente, se forjaron nuevas amistades.»
«Comenzamos con la misa y de ahí partimos, -dijo Reyes. Aunque los participantes eran competitivos, el día se centró en torno a Cristo. No se trataba sólo de quién jugó bien y quién ganó los juegos; era realmente un gran día».
Como coordinadora del Ministerio Hispano de la Arquidiócesis, de OYYA, Reyes organiza eventos que permiten a los católicos ejercer sus dones en spanersas formas. Emulando a los jóvenes adultos de la parroquia Santo Tomás de Aquino del sur de Filadelfia, que organizó un evento similar el año pasado, Reyes consiguió a la parroquia Nuestra Señora de Fátima para auspiciar un torneo de fútbol.
El número de asistentes fue excepcional. Las parroquias de Filadelfia incluyeron Santo Tomás de Aquino, Anunciación B.V.M., Visitación B.V.M., spanina Misericordia y Santa Verónica. Nuestra Señora de Fátima y San Juan Bosco, en Hatboro, estuvieron representadas también.
Un total de nueve equipos de fútbol (tres de Nuestra Señora de Fátima y uno de cada una de las otras seis parroquias) integraban los competidores. Después de un formato de eliminación, uno de los equipos de Fátima surgió como campeón. Y a los vencedores fue el botín, y cada miembro del equipo ganador recibió una camiseta y un boleto para un juego futuro de los Phillies de Filadelfia. Los campeones también recibieron un trofeo que con orgullo llevaron de regreso a sus parroquias.
«Ver el espíritu de las parroquias y cómo jugaron juntos fue grandioso», dijo Reyes, una alumna del 2001 de Little Flower High School y graduada de la Escuela Santa Verónica en Filadelfia Norte. «El fútbol es un deporte importante en la cultura hispana, por lo que no fue sorprendente que los jugadores tomaron la competencia en serio. Todos querían ese trofeo del primer lugar».
El enorme esfuerzo de Reyes en la preparación fue remunerado, y dijo que el torneo fue un éxito rotundo. Ella está tratando de organizar un festival en octubre en el que se celebará a la juventud hispana.
Ella tiene confianza en que todo se ejecutará sin problemas y finalmente se complete.
«Si hay una cosa que he aprendido a través de mi fe, es que cuando se pone a Cristo en primer lugar y deja que él guíe, él lo llevará a donde él quiere que usted vaya, -dijo Reyes. Es lo que sucedió con el torneo de fútbol. Definitivamente, vale la pena el esfuerzo. Se estaban formando vínculos allí desde el principio; eso se vio desde el primer momento. Es de eso que se trata.»
John Knebels se puede visitar en jknebs@aol.com.
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