Maria-Pia Negro Chin

Maria-Pia Negro Chin

Antes de la Marcha por la Vida de este año, siete organizaciones católicas enviaron una carta al presidente de Estados Unidos y la directiva del Congreso pidiéndoles “priorizar la vida humana y promover políticas que permitan que la vida florezca.”

Esto incluyó la necesidad de enfocarse en temas como la crisis de refugiados, los conflictos y la violencia mundial, la inmigración, la atención de la salud, el cambio climático, la necesidad de un sistema de justicia penal más justo y un fin para el aborto.

Este enfoque de “toda la vida” o “vida completa” fue demostrado por muchos manifestantes, quienes dieron testimonio de la verdad de que cada persona es creada con dignidad y valor intrínseco — que toda vida humana viene de Dios y es sagrada.

Varios jóvenes demostraron esto a través de sus pancartas y oraciones, que pedían el fin del aborto, pero también se enfocaron en otros temas pro-vida (como el fin de la pena de muerte y el suicidio asistido, así como llamamientos a la acción para promover los derechos humanos y oportunidades para que las personas prosperen).

[hotblock]

Ellos mostraron que defender el derecho a la vida de los bebés en el vientre materno se opone a tratar de calificar algunas vidas como más valiosas o más merecedoras de derechos humanos que otras. Respetar toda vida refleja las enseñanzas de Jesús y nos inspira a cuidar a los más vulnerables, incluyendo a los pobres, al forastero, a los ancianos y a los enfermos.

He aquí algunas maneras como los jóvenes pro-vida continúan su compromiso con la protección de la vida humana y la promoción de la dignidad humana.

— Orar. Ofrezca un rosario para las vidas de los más vulnerables. Rece al Espíritu Santo por el coraje para defender la vida en público.

Participe en actividades como “40 Days for Life”, una campaña de 40 días enfocada en terminar el aborto a través de la oración, el ayuno y las vigilias pacíficas. (La siguiente campaña comienza el 1 de marzo.)

— Apoyar la vida en todas sus etapas. Apoye a las organizaciones locales, nacionales e internacionales que ayudan a los que son vulnerables en la comunidad.

Las Caridades Católicas ayudan a cientos de miles de personas en los Estados Unidos a romper el ciclo de abuso y abandono de la pobreza y les da poder para llevar una vida autosuficiente y digna.

— Involucrase en activismo. Apoye los esfuerzos pro-vida de su diócesis o inicie un grupo pro-vida en su parroquia o su escuela. (Studentsforlife.org tiene sugerencias y recursos sobre cómo hacer esto.)

Pregúntele al comité pro-vida de su diócesis, o la oficina de paz y justicia, sobre los asuntos de preocupación en su estado. Luego, póngase en contacto con sus funcionarios electos para discutir las leyes que reflejan una “ética consistente de la vida”.

[hotblock2]

Este enfoque de “toda la vida” incluye apoyar leyes que ofrecen alternativas al aborto, incluyendo fondos para expandir la atención de salud, nutrición y educación y servicios para padres e hijos. Esto incluye leyes que promueven de cuidados paliativos para los que están muriendo, la prevención de la legalización del suicidio asistido por médicos y el apoyo a los esfuerzos para poner fin a la pena de muerte.

— Ser voluntarios y donar. Su tiempo puede salvar vidas y ayudar a las personas a tener las herramientas para tener una vida digna. Póngase en contacto con una agencia local pro-vida, como el Proyecto Gabriel, el Proyecto Raquel o refugios para madres y sus bebés para averiguar cómo puede ayudar.

Puede participar en eventos deportivos para recaudar fondos, organizar campañas de recaudación de fondos y donar artículos que la gente pueda necesitar. Sus donaciones pueden hacer una gran diferencia para las organizaciones que funcionan con presupuestos muy bajos.

— Estar educado y educar a los demás. Nuestras acciones para respetar, proteger, amar y servir a toda vida humana dicen mucho. También es importante aprender a responder preguntas sobre lo que significa ser pro-vida. Leyendo el “Youcat”, el catecismo juvenil de la Iglesia Católica, es un buen punto de partida.

Comparte este conocimiento con sus amigos para que ellos también puedan comprender el valor de toda la vida humana. Y que sus acciones celebren el regalo de la vida todos los días.