Por Catholic News Service

Las iglesias tienen un papel crucial que desempeñar para asegurar que todo el mundo sea contado el 1˚ de abril del 2010, el día del censo.

Ese es el mensaje que como punto clave en el esfuerzo conjunto de la USCCB con la Oficina del Censo de EE.UU., Alejandro Aguilera-Titus y Beverly Carroll del Secretariado de spanersidad de la Conferencia de los Obispos Católicos de los EE.UU. están pronunciando.

«Históricamente sabemos que hay tres comunidades principales que son difíciles de contar -los nuevos inmigrantes, aquellos que están aislados debido a un escaso conocimiento de inglés y los de bajos ingresos», dijo Aguilera-Titus, subdirector de asuntos hispanos en el secretariado de spanersidad cultural, en una entrevista con Catholic News Service del 27 de octubre.

Pero con 19,000 parroquias y miles más agencias de servicios sociales, centros de salud e instituciones educativas de todo el país, la Iglesia católica se encuentra en una posición única para llegar a muchas de esas personas y de convencerlas de que es importante ser contado, dijo Carroll, subdirector para asuntos afroamericanos, en la misma entrevista.

El arzobispo José H. Gómez, de San Antonio, presidente del Comité de spanersidad Cultural en la Iglesia de USCCB, dijo que las estadísticas recogidas en el censo pueden servir mucho más que los propósitos gubernamentales.

«El censo de EE.UU. es una herramienta útil para aprender sobre el pueblo de Dios, quiénes son y dónde están, y muchos otros hechos que arrojan luz sobre sus vidas, sus posibilidades y sus luchas -dijo el arzobispo en un comunicado. Una iglesia que trata de evangelizar se caracteriza por el alcance -agregó. El censo de EE.UU. nos proporciona información importante para hacer eso».