El Adviento es un tiempo de espera y preparación a través de la oración y la reflexión — un tiempo de anticipación para la celebración del nacimiento de Cristo.
Pero a veces, la temporada de Adviento puede ir y venir sin que nos tomemos el tiempo para prepararnos. La Navidad llega y nuestros corazones no experimentan la alegría que esta época debe provocar.
Hace años, los feligreses de la Iglesia de San Francisco de Asís en la Diócesis de Arlington, Virginia, encontraron una manera diferente de prepararse para la Navidad que les produjo mucha alegría. La idea era mantener a Cristo en el centro al prestar atención a su llamado a centrarse en los demás.
Los feligreses participaron en la “Conspiración del Adviento”, una campaña dirigida por los cristianos, iniciada en 2006, que desafía a las comunidades a “cambiar la Navidad” a orar más plenamente, gastar menos, dar más a los demás y amar a todos.
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Este año, revisé el sitio web de la campaña y encontré un calendario de Adviento, oraciones, videos y recursos que ayudan a profundizar en el significado de la Navidad. El sitio también anima a poner su fe en acción.
Antes y durante el Adviento, muchos de nuestros pensamientos están en los regalos –– sin embargo, a menudo olvidamos el regalo más grande que jamás se nos ha dado: el amor incondicional de Dios. ¿Cuál fue el regalo que recuerdas haber recibido el año pasado para Navidad? ¿Y el tercero o cuarto regalo?
La Federación Nacional de Vendedores Minoristas estima que la gente en los Estados Unidos gastará alrededor de $656 mil millones en noviembre y diciembre o más de $800 por persona –– y gran parte de eso va a la deuda de las tarjetas de crédito. Gastar menos no es un llamado a dejar de dar regalos; es un llamado a dejar de gastar dinero en regalos que no recordaremos.
Hay otras maneras de honrar las relaciones que tiene como dar su tiempo y presencia a sus seres queridos. Eso podría ser entradas para un partido de futbol o béisbol o el teatro, una noche de cine, aprender algo juntos o un regalo que usted mismo hizo. Se trata de la calidad del tiempo que pasamos con ellos, no la cantidad.
También podemos incluir a aquellos que están en necesidad en nuestras donaciones de Navidad. Todo lo que tenemos es un don que nos ha sido dado por Dios, que no espera nada a cambio, y en acción de gracias, damos generosamente a aquellos que experimentan la pobreza. También podemos dar nuestro tiempo con los que están solos durante esta temporada.
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Los feligreses de Virginia explicaron que en lugar de dar regalos ese año, habían donado ese dinero a una organización sin fines de lucro que proporciona agua potable a la gente de los países en desarrollo. Esto es algo muy necesario teniendo en cuenta que, según la Organización Mundial de la Salud, 2.400 millones de personas siguen sin instalaciones de saneamiento y 663 millones no tienen acceso a fuentes de agua limpias.
Este Adviento y Navidad puede ser una oportunidad para gastar nuestro tiempo y dinero en una causa que es dando la vida.
Como dice la página web de “Advent Conspiracy”, la Navidad es una temporada en la que “estamos llamados a disminuir nuestras cargas y elevar una canción a nuestro Dios. … Entrar en la historia de Adviento significa entrar en esta temporada con una pasión abrumadora de adorar a Jesús al máximo”.
Orar, gastar menos y dar más tiempo y amor a los demás puede ayudarnos a preparar nuestras mentes y corazones para celebrar la temporada de Navidad en su verdadera dimensión.
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